Con el objeto de mejorar la desastrosa situación de las infraestructuras escolares en la Serranía de Ronda, la República impulsó la construcción de escuelas graduadas en los municipios de Arriate, Montejaque, Yunquera, El Burgo y Alcalá del Valle, si bien esta última no se construirá hasta pasada la Guerra Civil, por haberse aprobado la subvención estatal en la tardía fecha de julio de 1936, así como escuelas unitarias en Faraján, Parauta, Benaoján, Cartajima, Alpandeire, Igualeja y Júzcar.
José Joaquín González Edo, nombrado arquitecto de Construcciones Escolares en Málaga en 1927, recibió el encargo del ministro de Instrucción Pública, Filiberto Villalobos González, con fecha de 31 de mayo de 1934, de realizar una vista de inspección a la Serranía de Ronda, a fin de conocer el estado en que se encontraban las escuelas de distintos pueblos.
González Edo, cumpliendo dicho encargo del ministro, se desplazó a la Serranía de Ronda casi de inmediato, realizando varios viajes de inspección, el primero el 10 de junio y el último el 23 del mismo mes.
En estos pudo apreciar el mal estado en que se encontraban todas las escuelas, algunas de ellas en locales verdaderamente inhabitables. Todos ellos de dimensiones reducidísimas, escasos de luz y ventilación, los había con una sola ventana de 0,60 por 0,60 mts, ventanas que en su mayoría por carecer de cristales tenían que estar en invierno cerradas, privando al local de toda luz…
En su inmensa mayoría se trataba de locales alquilados cuyas rentas eran a duras penas sufragadas por los ayuntamientos, y las escuelas eran trasladadas continuamente de lugar debido a los desahucios por falta de pago del alquiler. Una situación que en la Serranía se venía prolongando desde hacía décadas.
Para intentar revertir esta situación, el primer problema que tuvo que abordar fue la búsqueda de solares, ya que el patrimonio municipal era reducido y la geografía de la zona agravaba el problema, y además la mayoría de las localidades tenían unos desniveles tan acentuados que apenas se encuentran sitios medianamente llanos, ni en calles ni plazas aptos para la construcción de una escuela.
González Edo, después de recorrer cada pueblo de un extremo a otro, tuvo que desechar los lugares indicados por los ayuntamientos y buscar emplazamientos más acordes con las obras que se iban a acometer.
Siguiendo en la medida de lo posible los postulados ya interiorizados de la Institución Libre de Enseñanza, optó por lugares cercanos al campo, casi a las afueras de los cascos urbanos; no en vano Giner de los Ríos abogaba por que la escuela fuese la última casa de la ciudad/pueblo o dicho de otra manera la primera del campo.
Así, en Arriate el Ayuntamiento tuvo que optar por comprar una parcela de unos 2000 m2 por valor de 1000 ptas. pagaderas a razón de 250 ptas. anuales hasta completar el total.
Señalados por Edo los solares, y levantados los planos de emplazamiento, correspondía a la Oficina Técnica de Construcciones Escolares la redacción de los proyectos, según la información facilitada por Edo.
Todos los proyectos analizados se encuentran firmados por Antonio Flórez, incluido el de Arriate, con la única excepcionalidad de Alcalá del Valle, pues su construcción se retrasó hasta pasada la Guerra Civil.
El grupo escolar de Arriate contó con un presupuesto de Arriate 187.945,87 pesetas y fue aprobado el 13 de octubre de 1934, compuesto por 3 unidades de niños, 2 de niñas y 1 de párvulos, y fue adjudicado al contratista José Gnecco Íñiguez el 13 de diciembre del mismo año en 146.721,53 pesetas.
Las obras debían estar acabadas para fines de 1935, toda vez que las mismas debían comenzar a los veinte días de la notificación de la adjudicación y finalizar a los ocho meses de haber comenzado, pero abril de 1936 aún estaban las obras por terminar, si bien muchas de ellas estaban prácticamente finalizadas.
Hay que destacar que estos edificios, en su gran mayoría, aunque ampliados, remozados, rehabilitados y adaptados a la normativa vigente, continúan a día de hoy –casi noventa años después–, con la labor pedagógica para la que fueron creados. En la actualidad el colegio de Arriate se denomina CEIP Virgen de la Aurora.
Benítez Gómez, P. (2018). El acceso a la cultura. Joaquín González Edo y las construcciones escolares durante la II República en la Serranía de Ronda. Takurunna: Anuario de Estudios sobre Ronda y La Serranía, 8–9, 271–290. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7143213
