Recorrer el instituto José María Infantes es adentrarse por un museo repleto de obras de arte. Desde la fuente del Patio de los Leones de la Alhambra a los frescos de la capilla Sixtina, pasando por la cueva de Altamira o «El nacimiento de Venus» de Botticelli, entre otros muchos trabajos, ocupan las paredes y techos de este centro educativo. A todos ellos se ha sumado ahora otro importante proyecto que se ha prolongado a lo largo de los últimos dos años, y que permite acercarse a la madrileña ermita de San Antonio de la Florida, gracias a la presencia de su magnífica cúpula que pintara Goya.
Este trabajo se enmarca en el proyecto de escuela-museo que está a punto de cumplir 15 años de existencia, habiendo transformado por completo la realidad del centro educativo. Lo recordaba la directora del instituto, Margarita Peña, durante la inauguración de la nueva obra. «Este proyecto de artes plásticas, transcurrido el tiempo, ha superado las leyes educativas, la crisis,… habiéndose convertido en el alma del centro, en nuestra seña de identidad y en nuestra forma de educar», señalaba la docente. Esta manera de actuar, que ha sido señalado como ejemplo de buenas prácticas a nivel nacional, «ha tomado vida propia, y ha ido recogiendo otras disciplinas, como la música, el teatro y la jardinería».
«La cabeza y el corazón de este proyecto» son Manuel Adolfo Jiménez y Juan Guerrero.
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@Juanmi_News
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